Los ojos de un animal tienen el poder de hablar un gran lenguage. Martin Buber

Los ojos de un animal tiene la capacidad de hablar un gran lenguaje. Martin BuBer

jueves, 28 de febrero de 2013

la historia de Lilica


La historia de una perrita llamada Lilica
Ella viaja kilometros cada noche para recoger la comida especialmente preparada para ella y los demas animales de su familia: otro perro, un gato, gallinas y una mula, por lo que a veces no tienen que comer.

Lilica vive en un deposito de chatarra en Sao Carlos Brasil, fue abandonada y Neile fue quien la encontró y se la llevo a vivir con ella, pero hubieron tiempos difíciles y eran muchos en casa y la comida no alcanzaba. Lilica decidió ir a buscar ayuda.

Cada noche tiene una rutina, viaja varios kilometros a lo largo de una carretera oscura para reunirse con Lucía, quien se hace cargo de perros y gatos callejeros desde hace 30 años.

Lucía a desarrollado una rutina especial con la perrita: se encuentran a las 9:30h de la noche, Lilica come algo de comida y luego lleva el resto de la bolsa con comida al deposito para alimentar a los demás animales.

Lucia dijo: "Me di cuenta que ella comía y se luego se quedaba mirando la bolsa. Un dia cogió la bolsa intentando llevar el resto de la comida y termino por caerse toda, ya que no estaba atada. Un vecino dijo a Lucia que tal vez Lilica queria llevarse el resto consigo. Desde ese momento Lucia ata la bolsa para que Lilica emprenda el camino de vuelta a casa, así un día la siguió para ver a donde la llevaba. El panorama que vió la dejo sin palabras... suavemente coge la bolsa y viaja de regreso a casa para ofrecer la cena, muy apreciada, a su familia.

Neile: "Lilica ha estado haciendo la entrega de comidas todas las noches durante tres años, es una perra especial. Algunas personas se esconden y no quieren compartir lo que ellos tienen con los demás. Ella no, ella comparte.

www.Facebook.com/IgualdadAnimal
La historia de una perrita llamada Lilica
Ella viaja kilometros cada noche para recoger la comida especialmente preparada para ella y los demas animales de su familia: otro perro, un gato, gallinas y una mula, por lo que a veces no tienen que comer.

Lilica vive en un deposito de chatarra en Sao Carlos Brasil, fue abandonada y Neile fue quien la encontró y se la llevo a vivir con ella, pero hubieron tiempos difíciles y eran muchos en casa y la comida no alcanzaba. Lilica decidió ir a buscar ayuda.

Cada noche tiene una rutina, viaja varios kilometros a lo largo de una carretera oscura para reunirse con Lucía, quien se hace cargo de perros y gatos callejeros desde hace 30 años.

Lucía a desarrollado una rutina especial con la perrita: se encuentran a las 9:30h de la noche, Lilica come algo de comida y luego lleva el resto de la bolsa con comida al deposito para alimentar a los demás animales.

Lucia dijo: "Me di cuenta que ella comía y se luego se quedaba mirando la bolsa. Un dia cogió la bolsa intentando llevar el resto de la comida y termino por caerse toda, ya que no estaba atada. Un vecino dijo a Lucia que tal vez Lilica queria llevarse el resto consigo. Desde ese momento Lucia ata la bolsa para que Lilica emprenda el camino de vuelta a casa, así un día la siguió para ver a donde la llevaba. El panorama que vió la dejo sin palabras... suavemente coge la bolsa y viaja de regreso a casa para ofrecer la cena, muy apreciada, a su familia.

Neile: "Lilica ha estado haciendo la entrega de comidas todas las noches durante tres años, es una perra especial. Algunas personas se esconden y no quieren compartir lo que ellos tienen con los demás. Ella no, ella comparte.

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Duración: ‎4:11

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